viernes, 2 de octubre de 2009

diagnostico, tratamiento y consecuencias fisicas de la bulimia

A pesar de que la negación y secretismo complican el diagnóstico de la bulimia, existen cinco criterios básicos para identificar esta enfermedad:

Frecuentes episodios de ingesta abusiva de alimentos. En este caso, el paciente suele comer cada dos horas una cantidad de comida superior a la que cualquier persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante este episodio o, en su defecto, la sensación de que no puede evitar la necesidad de comer.

Además de la comida desmesurada, existe un comportamiento compensatorio inapropiado para evitar el aumento de peso. Esta conducta se traduce en el vómito auto-inducido, en el sobre uso de laxantes, diuréticos y enemas o en el exceso de ejercicios físicos.

Tanto el exceso de comida como las comidas compensatorias deben ocurrir al menos dos veces por semana durante tres meses.

El comportamiento es influenciado por la imagen corporal



Los pacientes bulímicos presentan una variedad de complicaciones médicas y psicológicas, las que son normalmente consideradas reversibles a través de un tratamiento multidisciplinario. Este puede ser liderado por un médico, un psiquiatra y, en algunos casos, por un psicólogo clínico. El objetivo primordial del tratamiento está enfocado en las necesidades físicas y psicológicas del paciente. La meta última es que la persona se acepte a sí misma y logre llevar una vida emocionalmente sana y equilibrada.

Con un tratamiento adecuado la mayoría de las personas que sufren este trastorno mejoran sensiblemente y llegan a liberarse de él. Los elementos básicos de un programa de tratamiento son:

Cuidado médico
Educación y apoyo

Planificación de un estilo de vida saludable

Eliminación del ciclo de atracones y purgas

Terapia dirigida a reforzar la autoestima y resolver problemas.

Para posibilitar una recuperación completa, una persona con bulimia debe:

Participar activamente en el plan de tratamiento.

Completar el programa de hospitalización cuando sea necesario.


Funcionar independientemente en las actividades cotidianas.


Asistir regularmente a la psicoterapia individual, de grupo y/o familiar.


Visitar a su internista regularmente para proteger su salud física.


Demostrar aptitudes eficaces de hacer frente a las cosas.


Pedir la asistencia cuando sea necesario.


Ser honesto(a) con su terapeuta e internista. No retener información.

La obsesión con las pérdidas y ganancias de peso tiene poca incidencia en el peso real y produce efectos indeseados y peligrosos: a nivel físico deshidratación y desequilibrio electrolítico que pueden requerir hospitalización, daños en la garganta y el esófago debidos a las náuseas crónicas, trastornos estomacales y gastrointestinales producidos por los vómitos repetidos o el uso de laxantes... A nivel psicológico las personas con bulimia están demasiado obsesionadas con el peso y el cuerpo como para disfrutar de las relaciones sociales y de sus vidas. Todas sus energías están centradas en el peso y la comida. Comer ha dejado de ser un placer y se ha convertido en una actividad descontrolada y culpabilizadora. Ya no hay diversión posible para ellas.

La bulimia es una enfermedad grave que puede producir serias complicaciones médicas:

Alteraciones digestivas: colon irritable, megacolon, reflujo gastrointestinal, hernia hiatal, perforación esofágica, dilatación y rotura gástrica, pancreatitis.
Alteraciones metabólicas: descenso de glucosa, cloro, calcio y potasio en sangre. Deshidratación.


Alteraciones cardíacas: prolapso de la válvula mitral y arritmia, con riesgo de muerte.


Otras alteraciones pueden ser del tipo genitales, óseas y renales.

La mortalidad es superior a la de la anorexia, falleciendo por complicaciones médicas derivadas de los "atracones", vómitos y uso de laxantes, o por suicidio.

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